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Ecosistema de juego

Última modificación
Mar , 19/12/2017 - 01:48

Crear redes para hacer ciudad

En una ciudad se superponen las capas de distintas redes: la red de transporte, la red de espacios verdes, etc. ¿Podemos imaginar una red de espacios dedicados al juego donde distintos parques de cercanía confluyen en terrenos de mayor envergadura equipados para juego? Yo me lo imagino, aún es más, estoy segura que las actuaciones puntuales de colocar un muelle y un tobogán en cada esquina podían sustituirse por un planteamiento general, que conecte los distintos barrios a través del juego, con criterio lúdico y pedagógico, creando además identidad para nuestras plazas.

Un ejemplo: “Río y Juego”

Una pequeña muestra de cómo podría funcionar la vemos, como en un microscopio, durante unos días festivos de octubre en Zaragoza en los terrenos de la Expo de 2008.

Los organizadores utilizan medios naturales como cortezas, agua, elementos reutilizados, neumáticos, cajas o envases para “hacer el parque”, uniendo distintos tipos y cualidades del juego: sensoriales, motrices, de habilidad, de juego dramático, de riesgo, musicales y rítmicos, de creatividad, etc.

Y todo esto, no solo para permitir a los participantes vivir nuevas experiencias, nuevas emociones asociadas al placer de experimentar, sentir, escuchar, probar y desplazarse, sino también para transmitir los valores de desarrollo sostenible y la economía circular basada en la reutilización.

Para hacer realidad este proyecto se unen las fuerzas de muchas organizaciones, instituciones, empresas y artistas. El liderazgo lo lleva la compañía PAI, que os animo a conocer no solo a través de su página web https://www.pai.com.es/portfolio-items/rio-y-juego/, sino también a través de sus espectáculos, actuaciones y, si encontráis alguna excusa para quedar con ellos en su local-taller-oficina-biblioteca-almacén, gozaréis de un mundo de magia en una cueva creativa llena de la luz que desprenden las personas que trabajan ahí.

 El soporte teórico lo brinda Ecodes, ( http://ecodes.org/) ONG que busca acelerar la transición hacia la economía verde inclusiva y responsable, mensaje que en Río y Juego se transmite con mucha cercanía y lenguaje poético. Objetivos marcados por Naciones Unidas y necesarios para conservar el planeta, están a alcance de mando de todos que se animan a participar, servidos con una estética cuidada y sincera.

Cómo lo hacen

Con la ayuda de las brigadas y técnicos municipales y apoyo de empresas localizadas en la región se crean distintas estaciones de juego, territorios de conexión con los 5 sentidos, de reflexión sobre los objetos cotidianos que nos rodean y los ciclos de vida de estos.

A este tejido de plazas creativas localizadas, tanto en el exterior como en los interiores de algunos de los antiguos pabellones de la expo, le dan vida más de 45 dinamizadores que acompañan y garantizan el buen funcionamiento y seguridad de los juegos, a la vez que, en algunas ocasiones, teatralizan el momento de juego. Estas figuras pintorescas, sonrientes y sorprendentes son imprescindibles para añadir el valor humano a las creaciones de una cuidada reutilización. Con suma sensibilidad los dinamizadores respetan los momentos deliciosos de juego libre, ofreciendo propuestas abiertas y sugerentes para permitir a los participantes el protagonismo.

Los espacios creados ad-hoc. para este evento coexisten con las instalaciones fijas y la vegetación existente, demostrando el potencial que tienen estos terrenos de la ciudad para el ocio, el juego y la participación de la ciudadanía. La apertura que brinda la orilla del río, las superficies lisas que desaguan bien en el caso de lluvia, las instalaciones de electricidad y agua, los servicios para el público, la iluminación, sumados a la vegetación que cada vez se hace más presente, hacen de este lugar un perfecto escenario para experiencias colectivas y disfrute en familia.

Juego para todos

Aunque en su origen “Río y Juego” está pensado para niñ@s de 0 a 12 años, en muchos casos los padres participan, incluso acuden adultos sin niños a disfrutar jugando. Muchos adultos, gracias al juego, han conectado con el pasado de su infancia, encandilados, emocionados, entregados al juego. Los organizadores consideran importante dejar a los adultos la libertad de decidir si juegan o no. En el caso que decidan no participar, deben tener un espacio cómodo para ellos, en las inmediaciones de la zona de juego, pero fuera de la misma. De esta manera se “sacraliza” el espacio de juego, evitando que permanezcan en él personas pasivas que lo que necesitan es descanso y relax.

La frase: ojalá “Río y Juego” se pudiera quedar para siempre, la escuché repetidas veces, de la boca de los niños y también de los mayores.  Al preguntar qué es exactamente lo que les había gustado o qué es lo que les gustaría conservar de este evento temporal en su concepto, las respuestas no me han sorprendido:

  • Los elementos no estandarizados, únicos y manipulables; la dinamización, la creatividad, la conexión entre los espacios de juego.

Al final el deseo de tener menos equipamientos, pero más interesantes, creando la identidad de los lugares, haciéndolos reconocibles y dignos de ser visitados es relativamente común. Para ello hay que evolucionar. Esta idea no es compatible con la actitud de “cumplir con el contribuyente” de manera equitativa, o con mantener como criterio dominante el mantenimiento uniformando los espacios. Pero es necesario evolucionar hacia un plan de acciones enriquecedoras, tanto a nivel de experiencias y vivencias de los ciudadanos, como a nivel de interés urbano y paisajístico.

 ¿Os he convencido de que el planteamiento urbano de espacios públicos de juego conectados y sostenibles es posible y necesario? No lo sé… pero estoy segura de que los más de 200.000 visitantes de Río y juego lo tienen claro… ¡Enhorabuena a los organizadores!