La Interseccionalidad para alcanzar el éxito a nivel laboral (Y para que seas mejor persona)

Si te estás preguntando si la interseccionalidad es una de estas nuevas palabrejas que se ponen de moda una temporada y luego desaparecen como una canción del verano, es necesario que leas este artículo porque no es así.

También deberías leerlo si conoces su significado pero no sabes de qué manera puede servirte a nivel laboral ni cómo puede acompañarte en tu vida diaria.

Lo cierto es que una vez que comprendas e interiorices su principio, es difícil no tomarlo en cuenta en tu día a día.

El concepto de interseccionalidad no es ni mucho menos un término acuñado recientemente, sino que sencillamente ha sido sólo en los últimos años cuando ha empezado a difundirse masivamente.
Fue en el 1989 cuándo Kimberlé Williams Crenshaw, intelectual y profesora estadounidense especializada en el campo de la teoría crítica de la raza, definió la interseccionalidad como “El fenómeno por el cual cada individuo sufre opresión u ostenta privilegio en base a su pertenencia a múltiples categorías sociales”.

En la sociedad española, los últimos años han sido clave para la legitimación de la búsqueda de la justicia social como forma de equidad y de desarrollo comunitario.

La interseccionalidad entonces, termina siendo una profundización de todos aquello factores que permiten el perpetuar de las desigualdades y que facilitan la permanencia de una clara separación entre personas oprimidas y privilegiadas.
Lo interesante es constatar que toda persona puede identificarse dentro de una o varias características que generan opresión, sin embargo, tendemos a perpetuar la opresión de aquello que no nos representa y denunciamos la opresión principalmente cuando nos toca a nivel personal.
Lejos de querer generalizar, en necesario estudiar y comprender numerosas estadísticas y teorías contrastadas para lanzar cualquier reflexión y aún así yo personalmente no me siento capacitada para trazar una solución estática o creer en verdades absolutas: la realidad es compleja y en continuo cambio, así que lo único que resulta imprescindible, según mi opinión, es crear espacios de diálogo y facilitar una visión crítica para que la concienciación produzca ideas y voluntad de mejora.
La empatía, la asertividad, la capacidad de análisis, son algunas de las herramientas que facilitan esta labor.
Cuanto más cercanas son las opresiones a nuestra realidad, más fácil nos resulta comprenderlas, de ahí la evidencia de lo enriquecedor de un proceso transversal de inclusión, pensado para generar puntos de vistas diferentes, que aporten mensajes y vivencias diversas para hacernos crecer como comunidad.

¿Pero qué pasa cuando las personas que ostentan unos privilegios no son conscientes de ello o se resisten a verlo y a actuar?
Lo que sucede es que el proceso enriquecedor y de crecimiento se ralentiza o se merma, reforzando la permanencia de unos injustos privilegios.

«Nada es neutro» nos decía Andrea Bowers en su exposición que contenía una fuerte crítica política y feminista; nada es neutro en las elecciones de nuestro día a día y en cómo éstas afectan a las personas que nos rodean.
Cuando se perpetúa una opresión hacia un colectivo cercano a la mayoría es más fácil trabajar para romper moldes y aunque las instituciones tarden más en asimilar estos cambios, resulta motivador contemplar cómo la ciudadanía se organiza para alcanzar la justicia social.

Uno de los obstáculos más grandes es facilitar la reflexión entre aquellas personas que nunca padecerán algunas de las opresiones que Kimberlé Williams Crenshaw enumera.
Por ejemplo una mujer padece a menudo Mansplaining, además se pone en discusión su punto de vista muchas más veces respecto a sus compañeros varones, para no hablar por ejemplo, de mujeres racializadas que reciben a diario microracismos en añadido a lo anterior.

Resumiendo, resulta claro que cuántos más puntos de opresión se entrecruzan, más difícil es alcanzar la justicia social si no se toma conciencia de ello y se trabaja para la verdadera equidad.

¿Cómo hacer entonces para que a una mujer migrante no padezca Bropriating¹?
¿O que una persona mayor con diversidad funcional no sea constantemente infantilizada?
El primer paso es la concienciación, y el segundo es fomentar la inclusión transversalizando los principios que, entre otros, marcan múltiples ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible).

Dentro de este enfoque, RabalArt ha llevado a cabo un meticuloso y largo proceso participativo para que sean las entidades y los Centros del distrito del Rabal que seleccionen a las y los participantes de los Talleres creativos que se llevarán a cabo durante el verano, fomentando la creación de un grupo que sea una muestra REAL de la ciudadanía.
Aunque pueda parecer sencillo, es necesario saber que cualquier proceso de este tipo se enfrenta a una falta de costumbre que hay que tener en cuenta a lo largo de esta enriquecedora fase.

Creamos entonces más espacios de reflexión y facilitamos el surgir de la equidad en nuestro entorno, porque si el mundo fue pensado durante mucho tiempo para un BBVAH (Blanco, burgués, varón, asfaltado o adulto, heteropatriarcal) como indica Amaia Pérez Orozco, nuestra labor será aquella de poner la sostenibilidad de la vida en el centro, creando conexiones y proyectos que tengan en cuenta la interseccionalidad para una producción laboral que se enriquezca de diferentes puntos de vista y para que consigamos valorar las aportaciones de las personas sin estereotipos ni ideas preconcebidas. Para que en nuestro entorno no haya personas de serie A ni de serie B. Para que la diversidad nos aporte mayores ideas y más creatividad, para que nos una.
Para que nos haga mejores personas.

1: Se trata de una práctica a través de la cual personas que ostentan un privilegio se llevan el crédito por logros o ideas de personas socialmente oprimidas. El término está formado por el vocablo ‘bro’ (diminutivo de brother, que significa hermano, colega) y ‘appropriating’ (apropiarse).